31 marzo, 202339 Minutos

Comentario Anual 2022

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Comentario anual

 

Only Compounders cierra el año 2022 con una rentabilidad del -15,2%. Este ejercicio ha estado marcado por el retorno de la inflación, por la normalización de las políticas monetarias y por el auge de las tensiones geopolíticas, con una guerra en suelo europeo que podría polarizar el mundo en dos bloques liderados por Estados Unidos y China. Una suerte de nueva Guerra Fría.

Los antecedentes los encontramos, por una parte, en la crisis de 2008, la conocida como Gran Recesión. Tuvo tal impacto que la Reserva Federal aplicó la mayor intervención monetaria de la historia, hasta el punto de convertirse en crónica. No fue hasta 2015 cuando decidió subir nuevamente los tipos de interés, aunque de manera muy tímida, tendencia que se mantuvo hasta 2019.

Todo cambió en 2020. Un virus desconocido paralizó el mundo, lo que obligó no solo a abandonar el proceso de normalización monetaria, sino a tratar por todos los medios de evitar el colapso. Si en 2008 se rebasaron los límites existentes en política monetaria, en 2020 simplemente se borraron, priorizándose la supervivencia del sistema sobre todo lo demás.

No es extraño que en 2021 hayamos visto “meme stocks”, criptodivisas sin utilidad alcanzando valoraciones millonarias o empresas sin beneficios, y en ocasiones sin apenas modelo de negocio, alcanzar valoraciones similares a empresas consagradas. El dinero gratis y la facilidad para endeudarse nublan el juicio de los inversores, aunque los principios de la economía son inquebrantables y antes o después todo vuelve al equilibrio. El año 2022 simboliza la normalización y una necesaria penitencia.

Por una parte, tenemos la crisis de 2008 cerrada en falso. Por otra, décadas de globalización y auge asiático que han cambiado las relaciones de poder en el tablero de la geopolítica mundial. Profundicemos sobre este segundo punto, clave para entender el entorno actual.

Desde los años 80, Occidente decidió subcontratar parte de su capacidad productiva en aras de la eficiencia. Con ello reducía los costes de producción, controlaba  el  poder  de  negociación  de  los  trabajadores  y  además  concedía  una oportunidad a un país menos favorecido comprometido con la causa: China. Tanto se apostó por el proyecto que a lo largo de los años se miró para otro lado ante el desmantelamiento de industrias enteras fruto de las subvenciones estatales del gigante asiático, o ante el robo de propiedad intelectual. Occidente tampoco era inocente, y los beneficios que se estaban generando eran demasiado suculentos como para ser rechazados.

China fabricaba barato e incrementaba su influencia. Occidente, por su parte, expandía sus márgenes, aumentaba sus beneficios empresariales e importaba deflación para poder bajar los tipos de interés aún más y así seguir endeudándose. Los riesgos estaban ahí, pero nadie quería verlos.

Y llegó la pandemia. De un día para otro nos encontramos sin mascarillas y otros útiles médicos imprescindibles. Las cadenas de suministro se rompieron y sufrimos escasez de semiconductores. Y llegó la guerra. Tras las primeras bombas nos encontramos con un suministro energético comprometido y serios problemas para pagar nuestras facturas. Dos sucesos diferentes evidencian que no podemos depender de terceros países para importar bienes críticos.

Por ello, tanto la pandemia como la guerra de Ucrania hacen pensar que la globalización que conocemos puede cambiar de aquí en adelante. Y si China deja de exportar deflación al mundo o bien Occidente reduce su dependencia de terceros, los precios se verían afectados.

Así, tanto los fuertes estímulos monetarios de los últimos años como los cambios en la geopolítica mundial sitúan a la inflación como un nuevo riesgo para los mercados. Esto, unido a sus efectos colaterales, como una potencial sobrerreacción de los bancos centrales subiendo los tipos de interés o un mayor riesgo geopolítico, explican las caídas bursátiles de 2022.

No obstante, una cosa es entender lo que está pasando y otra tratar de predecir lo que pasará. Así como la presente situación puede llevar a un incremento de precios, también hay motivos estructurales para pensar justo lo contrario.

Porque hay empresas que vuelven de China, pero también otras que se van. Se percibe un declive en la oferta de mano de obra occidental, pero al mismo tiempo miedo al desempleo, a la inteligencia artificial y al auge de la robotización. Sufrimos una tasa de natalidad estructuralmente baja, algo que reduce la mano de obra, pero también el consumo y la actividad económica. Y así como tememos a la inflación, otro monstruo llamado deuda se sitúa en máximos históricos, un factor que también es deflacionario.

La historia está dejando de rimar para acelerarse exponencialmente, y la única certeza es que no conocemos el final.

La cartera de Only Compounders ha sido pensada precisamente para resistir en un mundo de incertidumbre. Por eso somos tan prudentes con la deuda, o tan exigentes con la resiliencia de nuestras empresas, porque antes o después siempre suceden eventos inesperados o recesiones. El crecimiento constante y lineal no existe, por lo que tratamos de seleccionar empresas que minimicen el ciclo económico e incrementen la seguridad de nuestra cartera.

Además, pase lo que pase con la inflación, es importante entender que afecta mucho a los múltiplos de valoración que paga el mercado, pero poco a la viabilidad de nuestros negocios.

En un escenario de inflación estructural más elevada, se produciría un shock momentáneo por la reducción de los múltiplos, pero nuestras empresas continuarían generando beneficios con normalidad. Esto se debe a que, además de ser resilientes, cuentan con márgenes operativos elevados y poder de fijación de precios. En otras palabras, son negocios que sabrían adaptarse a ese nuevo escenario. De hecho, la renta variable suele terminar siendo uno de los activos con mejor comportamiento en períodos inflacionarios.

Nuestra cartera no es inmune a los contratiempos que pueden llegar a existir en el mundo, pero sí creemos que es muy resiliente en gran parte de los escenarios que podríamos llegar a ver. No tratamos de acertar con lo que pasará, simplemente maximizamos las probabilidades de éxito comprando buenas empresas, a precios razonables y manteniéndolas en el largo plazo.

 

Un fondo que invierte en calidad

 

Only Compounders es el fondo de inversión adecuado para quien quiera ser propietario de algunas de las mejores empresas del mundo, pagando por ello un precio ligeramente superior al mercado. Pagamos un poco más, pero compramos lo mejor. Y dado que el precio pagado es razonable en relación con la calidad obtenida, esperamos un buen resultado a largo plazo.

Para explicar por qué creemos que esto es así, comencemos por hacer una clasificación de los diferentes estilos de inversión. A grandes rasgos, podemos catalogarlos en función de tres factores: cómo se comparan contra el mercado en el precio pagado, en el crecimiento y en la calidad.

Por ejemplo, si el S&P 500, índice con las principales empresas de Estados Unidos, se paga a un múltiplo de 17 veces los beneficios generados y sus ingresos crecen un 4,3% desde el año 2000 (o los beneficios un 5,7%), podemos comprar más barato o más caro, con más o menos crecimiento y con más o menos calidad que el índice.

Quienes compran a precios bajos y con ratios financieros inferiores suelen englobarse dentro del “deep value”, y quienes compran a precios altos y con ratios financieros superiores en el “growth”. Los primeros suelen comprar activos en los que esperan mejoras en el tiempo, bien por ser una situación estresada que se resuelve o bien porque mejora la percepción del mercado y se incrementan los múltiplos pagados. Los segundos, por su parte, suelen comprar activos que ya son buenos y esperan se mantengan así en el futuro.

No obstante, invertir de una o de otra forma dice muy poco sobre lo bien o mal que lo hará nuestra inversión. En ocasiones podemos comprar una “ganga” cuya calidad del producto adquirido ni siquiera valga ese bajo precio. Ganar o perder en Bolsa no equivale a comprar precios altos o bajos: todo dependerá de lo que obtengamos en contraprestación.

Como dijo Francisco de Quevedo, “sólo el necio confunde el valor y el precio”.

En Only Compounders pagamos algo más, pero obtenemos mucho más que la media del mercado. El múltiplo medio de nuestra cartera es de 23 veces beneficios, pero a cambio somos propietarios de empresas que más que duplican el crecimiento medio del mercado, y lo que es más importante, con una calidad indiscutiblemente superior.

Cuantificar el tercer factor conocido como “quality” no es sencillo. Si al precio y al crecimiento podemos ponerles fácilmente un número, ponérselo al nivel de calidad de una empresa resulta mucho más complicado. El motivo es que pasamos del análisis cuantitativo, más sencillo y objetivo, al análisis cualitativo, más complejo y subjetivo.

Una de las aproximaciones numéricas que existe es el “ROCE” o retorno sobre el capital empleado. En otras palabras, qué retornos obtiene la empresa de sus inversiones. Si estos son altos suele decirse que estamos ante una empresa de calidad, y si son bajos (por ejemplo, de dígito simple o inferiores al coste de su capital) lo contrario. Como regla general, un accionista no debería obtener a largo plazo un retorno superior al que la empresa obtiene en su negocio. Esto lo explicó muy bien Charlie Munger, uno de los mejores inversores de todos los tiempos, en una de sus conferencias:

 

“A largo plazo, es difícil que una acción obtenga una rentabilidad mucho mayor que la que obtiene el negocio subyacente. Si la empresa gana un 6% sobre el capital a lo largo de 40 años y la mantienes durante ese periodo, no vas a obtener mucho más que un rendimiento del 6%, incluso si la compras con un gran descuento. Por el contrario, si una empresa gana un 18% sobre el capital a lo largo de 20 o 30 años, aunque pagues un precio que parece caro, acabarás obteniendo un buen resultado.»         – Charlie Munger

 

Munger tiene razón. Si invertimos en una empresa con un alto ROCE y la mantenemos a largo plazo, haremos una excelente inversión (salvo que paguemos una suma disparatada por dicho negocio).

El problema es saber hoy qué empresa va a tener un alto ROCE el día de mañana, ya que el ROCE se elabora con contabilidad histórica y por tanto mira al pasado y no al futuro.

Una empresa que hoy tiene un elevado ROCE mañana puede quedarse sin oportunidades de reinversión y crecimiento, puede pasar a estar gestionada por una directiva poco honrada, o incluso puede verse superada por la competencia. La reversión a la media no ocurre siempre, pero muchas empresas que hoy son buenas pueden dejar de serlo con el tiempo. Por ello, para ganar en Bolsa no tenemos que calcular el ROCE, sino tratar de inferir el ROCE del futuro.

En lugar de realizar complejas ecuaciones matemáticas, debemos analizar los intangibles: la directiva, la cultura empresarial, la competencia, el sector, el modelo de negocio, si este perdurará en el tiempo, si el crecimiento es sostenible o si la ventaja competitiva es realmente sólida, entre otros. Lo complicado no son los números, sino estudiar en profundidad la verdadera calidad de una empresa, que será lo que determine el ROCE el día de mañana y por tanto si tendremos éxito en nuestra inversión.

Por todo ello, lo que determina si alguien va a ganar o perder dinero, sea inversor “deep value” o “growth” (o una mezcla de ambos), no es el múltiplo que paga, sino la calidad que obtiene a cambio. Inferir esa verdadera calidad es la clave del proceso. Y si bien se trata de algo difícilmente cuantificable, creemos que en Only Compounders somos dueños de una cartera que presenta una excelente relación entre el precio pagado y el crecimiento y la calidad que recibimos.

Nuestra empresa media es líder de su sector, sigue creciendo incluso en momentos de crisis, no tiene endeudamiento neto, la rentabilidad intrínseca de su negocio es muy elevada y cuenta con ventajas competitivas sólidas que harán que siga siendo así en el futuro. Pagamos un poco más, pero eso nos permite ser propietarios de algunas de las mejores empresas del mundo, actuales y de los próximos años. Como muestra de ello, a continuación hacemos un resumen de nuestra cartera íntegra a 31-12-22.

 

La cartera

 

Cartera a 31-12-2022 de Only Compounders.

 

1.- Constellation Software ofrece software vertical (VMS) de carácter crítico a empresas públicas y privadas de diversos sectores. Aprovecha la recurrencia y estabilidad de sus flujos de caja para reinvertirlos en adquirir nuevos ERPs, repitiendo el ciclo una y otra vez.

Su cultura descentralizada y su filosofía de “comprar y mantener para siempre” (frente a “comprar para vender” de sus competidores) la posicionan como la opción preferente entre aquellos fundadores que quieren vender su empresa al mismo tiempo que mantienen su legado. Su reconocida trayectoria la sitúa como opción predilecta entre los potenciales vendedores, accediendo por ello a más y mejores oportunidades.

Así es como desde su salida a bolsa en el año 2005 ha conseguido un crecimiento del beneficio por acción del 25% y un retorno para el accionista del 33% anual. Lo mismo podríamos decir de Topicus.com (6), su vinculada europea, quien tratará de repetir la misma suerte en nuestro continente tras su spin-off en 2021.

2.- Microsoft ofrece una amplia amalgama de productos entre los que se encuentran Office (Word, Excel, PowerPoint o Teams), Azure, Windows, Xbox, LinkedIn o Github, que son imprescindibles para la mayoría de las empresas.

La profunda capilaridad de su red de distribución y su fuerte reconocimiento de marca son utilizados como trampolín para cualquier nueva solución. Por ejemplo, Azure ha conseguido hacer frente a AWS en sólo unos años, Teams ha eclipsado a Slack siendo tecnológicamente inferior, e incluso se han convertido en la mayor empresa de ciberseguridad del mundo en muy poco tiempo.

Además, Microsoft ha desarrollado un modelo de negocio con efecto red, costes de cambio y economías de escala lo que, unido a una fuerte generación de caja y abundantes recursos para dedicar a sus proyectos, la convierten en un rival al que nadie quiere enfrentarse.

Por si fuese poco, monetiza su negocio mediante cuotas recurrentes, otorgándole estabilidad, y es la mayor empresa del mundo en  “cloud computing”, segmento en donde se espera un brillante futuro. El beneficio por acción se ha incrementado un 28% anual desde 2016, año en el que Nadella, su reputado CEO, dio el salto a la nube. El retorno para el accionista supera el 26% anual en los últimos diez años.

3.- Amazon es líder junto a Microsoft en la infraestructura de la nube (IaaS), uno de los nichos en donde más crecimiento y beneficios se esperan en los próximos años. Un segmento con enormes barreras de entrada y economías de escala, lo que dificulta que otros operadores lleguen a hacerles frente. Por ejemplo, GCP de Alphabet, el tercer mayor competidor tras AWS y Azure, aún no ha conseguido ser rentable a pesar de su tamaño.

Paradójicamente, el gran público sólo conoce Amazon por su liderazgo en el comercio electrónico, en donde actualmente no consigue ganar dinero. Algo que a futuro podría cambiar teniendo en cuenta sus capacidades logísticas y los ingresos que obtiene por la venta de publicidad y suscripciones como Prime. El retorno para los accionistas es del 23% anual en los últimos diez años, creciendo los ingresos un 22% ajustado por la dilución de acciones.

4.- Veeva Systems es el mayor caso de éxito que existe de software vertical en la nube. A pesar de ser una empresa muy joven (fundada en el 2007), no tardó en liderar su sector gracias a su arriesgada apuesta de ofrecer software vertical en la nube en un sector complejo y regulado como el de las empresas farmacéuticas y biotecnológicas. Nadie creía que fuese posible y hoy lideran la industria de manera incuestionable. Retornos para el accionista del 16% anual desde su salida a bolsa en 2013 y del beneficio por acción del 40%.

5.- Alphabet es la empresa que está detrás del buscador Google, del portal Youtube, del sistema operativo de los móviles de Android, de la tienda de aplicaciones Google Play, del correo GMail, de Google Maps, de la suite de ofimática Google WorkSpace, de GCP, del navegador Chrome o de multitud de herramientas que gran parte de la población usa todos los días.

Tienen 9 productos con más de mil millones de usuarios, a quienes venden publicidad por usar sus servicios, convirtiéndose así en un imperio de la publicidad digital. Retornos para el accionista del 18% anual en los últimos 10 años y crecimiento del beneficio por acción del 19% en el mismo período.

7.- Keywords Studios es el líder mundial de la subcontratación de procesos para la industria del videojuego. Nadie tiene su escala, sus capacidades, ni su alcance global para satisfacer a sus clientes, convirtiéndose en una pieza clave para ellos. Crecimiento del beneficio por acción del 40% y retornos para el accionista del 35% desde su salida a Bolsa en 2013.

8.- Visa es la mayor empresa de medios de pago del mundo. Hay una tarjeta Visa en circularización por cada dos habitantes en todo el mundo, y cada vez que alguien hace una transacción con ella la empresa gana dinero. Algo muy similar podríamos decir de Mastercard (13), quien junto a Visa copa el mercado. Dado que los consumidores quieren tarjetas que sean ampliamente aceptadas, y los comercios aceptan las tarjetas que usan sus clientes, es muy complicado que alguien pueda desbancarlas. Crecimiento del beneficio por acción del 24% anual en los últimos diez años, y retornos para el accionista del 19%. Del 17% y 21% respectivamente en el caso de Mastercard.

9.- SAP es líder mundial en ERPs. Incluso Microsoft, quien también ofrece soluciones ERP, utiliza SAP en parte de su negocio, lo que demuestra lo imprescindible y crítico que llega a ser para empresas de gran tamaño. No obstante, no han sabido sacarle el partido suficiente a su dominio, obteniendo un retorno para los accionistas del 8% en los últimos 10 años, principalmente por no saber adaptarse a las soluciones en la nube. El nuevo CEO, Christian Klein, nombrado en el cargo en 2020, ha situado como máxima prioridad realizar esta transición, por lo que esperamos un futuro mucho más prometedor.

10.- Danaher y Thermo Fisher (11) son los mayores proveedores del mundo en soluciones para la ciencia. Estas empresas están en la sombra de los mayores avances del sector farmacéutico y biotecnológico, colaborando en toda la cadena de valor, desde ofrecer material médico a externalizar su I+D.

Los medicamentos biológicos, los biosimilares o las terapias génicas y genómicas no serían lo mismo sin ellas. Danaher alcanzó un crecimiento del 11% anual en su beneficio por acción con un retorno para el accionista del 18% en los últimos 10 años, por un 18% y 22% de Thermo Fisher. No obstante, el negocio de Danaher ha ido mutando con los años, obteniendo retornos similares a su rival en los últimos 5 ejercicios.

12.- Edwards Lifesciences es líder mundial en válvulas para el corazón, especialmente en lo que se conoce como TAVR (sustitución de la válvula aórtica transcatéter). La mayor esperanza de vida de la población y su superioridad tecnológica hacen que sus servicios sean cada vez más demandados, obteniendo un crecimiento anual del beneficio por acción del 19% y un retorno para el accionista del 19% en la última década.

14.- S&P Global ofrece ratings, datos, índices y otras soluciones imprescindibles para el día a día de los mercados. S&P Ratings es la mayor agencia crediticia del mundo, ganando dinero cada vez que una empresa emite un bono en el mercado y demanda sus servicios. Algo que ocurre muy a menudo, ya que de no hacerlo el coste en intereses es muy superior al del rating, y porque la industria es un oligopolio dominado por S&P, Moody’s y Fitch.

Su segmento de índices gana dinero cada vez que alguien utiliza referencias tan conocidas como el S&P 500, entre otras soluciones de inteligencia o información altamente demandadas por el mercado. Retorno para el accionista del 22% anual y crecimiento del beneficio por acción del 21% en los últimos 10 años.

15.- Roper Technologies es un conglomerado que adquiere y opera soluciones críticas y líderes de diversos sectores de nicho cuyo tamaño potencial no es lo suficientemente grande para llamar la atención de nuevos competidores.

La empresa ha obtenido un retorno para los accionistas del 14% anual en los últimos diez años con un beneficio por acción del 11%. No obstante, los datos se ven parcialmente afectados por su transición de un negocio industrial a otro centrado en el software cada vez más recurrente y rentable.

16.- Admicom es la líder en software para la construcción de Finlandia, especialmente entre las pequeñas y medianas empresas. Cuenta con un modelo de negocio de ingresos recurrentes, lo que incrementa su resiliencia a pesar de operar en un sector cíclico. En la actualidad se encuentra en proceso de internacionalización a terceros países para proseguir su exitosa trayectoria. Rendimiento para los accionistas del 33% anual desde hace 5 años, cuando salió a bolsa, con un crecimiento del beneficio por acción del 32% en el mismo período.

17.- Autodesk es la líder mundial del sector AEC (arquitectura, ingeniería y construcción), con programas de software como Autocad o Revit, que en la práctica son el estándar de la industria. Además, cada vez está mejor posicionada en el sector manufacturero con propuestas como Fusion o Inventor. A través de su segmento de Media y Entretenimiento, opera en mercados de gran potencial como la animación, el diseño 3D, los efectos visuales o las herramientas de diseño y desarrollo utilizados en la producción de cine, televisión y videojuegos. Comparte con Admicom un modelo recurrente totalmente basado en la nube. Retornos del 17% anual a 10 años y crecimiento del beneficio por acción del 13%.

18.- Ansys es la líder a nivel mundial en simulación de condiciones físicas, y especialmente multifísicas (cálculo de varias variables al mismo tiempo) en donde su superioridad es incuestionable. Cuando una empresa quiere lanzar al mercado un nuevo producto, puede fabricarlo y probarlo, volviendo a diseñarlo y construirlo cada vez que exista una modificación, o bien usar Ansys, con el ahorro de costes que esto conlleva. Retornos para el accionista del 14% a diez años, y crecimiento del beneficio por acción del 11%.

19.- Nemetschek es uno de los principales competidores de Autodesk, despuntando principalmente en el sector de la construcción y siendo una referencia en el estándar “BIM”, tendencia estructural en la que se esperan fuertes crecimientos, no sólo por las ventajas que supone sino también por ser un requisito legal en numerosos países. También participa en el desarrollo de videojuegos, cine y animación a través de distintas soluciones utilizadas en franquicias como Avatar, El Señor de los Anillos o Fortnite. Retornos para el accionista del 31% a 10 años y crecimiento del beneficio por acción del 24%.

20.- Hexagon es líder en realidad digital y soluciones autónomas. Destaca no sólo en la parte de software, sino también en hardware, tratando con ello de automatizar y dotar de inteligencia a la industria, a la agricultura, a la minería o a las ciudades, entre otras tendencias con fuerte crecimiento estructural. Retornos para el accionista del 17% a 10 años y aumento del beneficio por acción del 12%.

21.- Adobe es líder en software para la creación de contenido digital, propietaria de Photoshop, Illustrator, Premier Pro o After Effects y, a la espera de los reguladores, también de Figma, líder en el diseño de interfaces de usuario y con capacidades únicas.

Estamos ante la empresa que inventó el formato “PDF”, el estándar en documentos digitales, algo que están aprovechando para posicionarse en el segmento de gestión documental y firma electrónica. También es una de las empresas mejor posicionadas en soluciones para la recopilación y análisis de datos de clientes.

A 10 años vista, Adobe ha generado un retorno para sus accionistas del 24% anual y un crecimiento del beneficio por acción del 20%. Todo ello a pesar de haber transformado su negocio de la venta de licencias a la de suscripciones recurrentes, convirtiéndose dicha transformación en un caso de estudio.

22.- Salesforce es el proveedor número uno del mundo de CRM (Customer Relationship Management), software que gestiona la relación integral con los clientes, un proceso crítico por lo imprescindibles que resultan las ventas en cualquier negocio.

A lo largo de los años, Salesforce ha desarrollado una estrategia de fuertes compras para contar con las mejores soluciones de cada segmento, integrándolas y creando lo que se conoce como “Single Source of Truth” (SSOT): ser la fuente confiable de recopilación y análisis de todos los datos de la empresa. Si consiguen ejecutar correctamente su visión, los retornos para los accionistas deberían de ser razonables. En los últimos años han sido del 15%, y el crecimiento anual del beneficio por acción del 31%.

23.- Allfunds Group es la propietaria de la mayor plataforma de distribución de arquitectura abierta de fondos de inversión del mundo. Se trata de un gran negocio porque las gestoras quieren que sus fondos de inversión se vendan en las principales plataformas, llegando así a más clientes. Y el cliente final desea tener una amplia oferta para así poder seleccionar el mejor producto y rentabilizar su patrimonio. La conclusión es que Allfunds gana.

El efecto red y las economías de escala han posibilitado que en sólo 10 años haya pasado de una cuota de mercado de poco más del 1% a más del 12%. Algo que va en aumento, porque la arquitectura abierta es una tendencia claramente en auge, favorecida incluso por la propia regulación.

Debido a su reciente salida a Bolsa en 2021, todavía carece de un track record reseñable, si bien su negocio creció en el entorno del 20% anual desde 2016. Recientemente, Euronext realizó una oferta de compra por 5.500 millones (capitalización actual de 3.600 millones), si bien la empresa no la consideró suficiente.

24.- Meta Platforms es la empresa que está detrás de Facebook, Instagram o WhatsApp. Casi 3.000 millones de personas usan alguna de sus aplicaciones todos los días (más de un tercio de la población mundial), algo que monetizan principalmente a través de la publicidad, convirtiéndose así en la mayor empresa del mundo en dicho segmento junto a Alphabet.

En la actualidad han realizado una gran apuesta por el metaverso, algo arriesgado pero que se trata de una opcionalidad teniendo en cuenta la fuerte generación de caja de su negocio principal. La compañía, liderada por el visionario Mark Zuckerberg, ha obtenido un retorno para sus accionistas del 23% a 10 años, y un crecimiento anual de su beneficio por acción del 32%.

 

Reflexión final

 

En el presente comentario anual hemos analizado la coyuntura actual, condicionada por las políticas monetarias del pasado, así como por una compleja situación geopolítica con efectos sobre la inflación.

No obstante, esta coyuntura afecta menos a Only Compounders que a otras alternativas similares de inversión, ya que nuestra cartera se compone de empresas resilientes que cuentan con las características necesarias para sobrevivir e incluso salir reforzadas de lo que pueda venir en el futuro.

No sólo invertimos en este tipo de empresas por la situación actual, sino que lo hacemos con el convencimiento de que son la mejor opción para ganar en la mayoría de escenarios.

Cuando un inversor invierte en una compañía, se enfrenta a la disyuntiva de pagar más o menos a cambio de un determinado crecimiento y calidad. Actualmente, es posible comprar algunas de las mejores empresas del planeta pagando simplemente un poco más que la media del mercado, lo que nos parece algo irrechazable.

Pagando un poco más obtenemos un crecimiento que dobla al del mercado, y especialmente, una calidad incuestionable. El precio razonable, el crecimiento, la alta calidad y el largo plazo son los ingredientes de los buenos retornos a largo plazo, y creemos que nuestra cartera los reúne.

Por ello, consideramos que Only Compounders es una propuesta razonable para todos aquellos que quieran ser propietarios de negocios que cada día valen más.

 

Only Compounders