Invertir en Bolsa: la filosofía del inversor particular
Administrador
Cuando el inversor particular decide empezar a invertir en Bolsa debe elegir cómo hacerlo. Puede optar entre ser el responsable del proceso y hacerlo todo por sí mismo, o delegar la gestión, en cuyo caso deberá escoger entre gestión pasiva o activa.
En el primer caso, obtendrá la rentabilidad media de una determinada tendencia, sector o mercado, y en el segundo delegará la responsabilidad de obtener esa rentabilidad en un gestor, que tratará de seleccionar los mejores activos dentro del universo encomendado.
Only Compounders, por ejemplo, es un fondo de gestión activa que invierte en empresas cotizadas. Dentro de este universo, trata de seleccionar negocios con una elevada calidad, bien gestionados, con ventajas competitivas difíciles de replicar y que operan en sectores con un crecimiento secular.
Creemos que este tipo de negocios son los que tienen una mayor visibilidad futura y los que ofrecen una mejor rentabilidad en relación con el riesgo asumido.
No obstante, más allá de los activos elegidos, una de las claves para obtener buenos retornos es pensar a largo plazo. Y esto aplica tanto a un inversor particular que invierte por sí mismo como a quien lo hace a través de terceros, tanto a la gestión pasiva como a la activa.
Para explicar por qué vamos a ver un ejemplo ampliamente conocido.
Durante los años 1977-1991, el famoso inversor Peter Lynch lideró el Fidelity Magellan Fund obteniendo una rentabilidad media anual del 29,1%.
A pesar de esta astronómica rentabilidad, muchos inversores perdieron dinero.
¿Cómo? Invirtiendo en momentos de elevado optimismo guiándose por rentabilidades pasadas, y desinvirtiendo en periodos bajistas ante la aparición de incertidumbres.
Esto es, comprar cuando la bolsa estaba cara y vender cuando estaba barata, justo lo opuesto a lo que se debe hacer.
Siempre existen motivos para no invertir y, una vez invertido, siempre existen motivos para vender, como así demuestra el siguiente gráfico de Stockcharts.com. No obstante, eso no quiere decir que el mercado vaya a dejar de subir.
Aunque exista una guerra, una pandemia o cualquier otra noticia que acapare las portadas de los periódicos, no es causa para que las empresas dejen de ganar dinero a largo plazo. Y si lo hacen, quizá la Bolsa sea el menor de nuestros problemas.
Si alguien hubiese invertido 50.000 dólares de la época con Peter Lynch al inicio de su mandato y permaneciese con él hasta el final, sin hacer nada más, terminaría con un patrimonio de 2,8 millones.
Sin embargo, por tratar de adivinar cuándo va a subir o bajar el mercado, o por el miedo generado por las portadas de periódicos, el inversor medio acaba perdiendo dinero.
Si bien Peter Lynch es uno de los mejores inversores de la historia y es tan improbable adivinar cuándo el mercado va a subir o bajar como haber invertido en su fondo (no obstante, llegó a ser el mayor fondo de gestión activa del mundo), no es menos cierto que, elijamos la estrategia que elijamos, debemos darle tiempo para generar frutos.
Aunque invertir a largo plazo no es la única forma de invertir, sí creemos que es la adecuada para la mayor parte de los inversores, y lo que ayudará a nuestra psicología a no abandonar cuando aparezcan obstáculos durante el camino.
Only Compounders quiere facilitar esta tarea y por ello ha elegido para la cartera empresas con resiliencia al ciclo económico, de elevada solvencia e ingresos recurrentes.
La empresa ideal es aquella que cada día gana un poco más de dinero que el anterior y, aunque coyunturalmente el mercado pueda caer por las dificultades que surjan en la economía, lo normal será que esta empresa salga reforzada de las crisis por estar mejor posicionada que su competencia.
Y a largo plazo, el precio en Bolsa sigue a los beneficios. Si la empresa gana más dinero, y no hemos sobrepagado al comprarla, la acción también subirá.
De nada sirve obtener una elevada rentabilidad si el inversor no es capaz de disfrutarla por vender cuando existan contratiempos. Debemos dormir tranquilos, especialmente durante los malos momentos.
Esta es la filosofía en la que cree Only Compounders, porque pensar a largo plazo es la clave para que el tiempo y el dinero trabajen a nuestro favor, alcanzando así nuestros objetivos financieros.
Por ello, Only Compounders piensa e invierte a largo plazo, porque habrá buenos momentos, pero también llegarán los malos. Y cuando esto suceda, Only Compounders no venderá, sino que incluso tendrá la convicción de incrementar su exposición, porque somos “propietarios de negocios que cada día valen más”.