Son compañías que reinvierten su capital para fortalecer sus ventajas competitivas y continuar creciendo de manera rentable, aspecto que las hace únicas.

En Only Compounders sentimos predilección por las empresas que reinvierten orgánicamente de manera rentable, bien sea en su marca, en la funcionalidad de su software o en cualquier activo intangible que mejore el retorno a largo plazo y fortalezca sus ventajas competitivas.

Amazon es un buen ejemplo de ello, transformando un negocio de venta de libros en la mayor nube del planeta y en la plataforma de comercio electrónico por excelencia, entre otras muchas soluciones. Esto ha sido posible no sólo por la inversión en centros logísticos u otros activos físicos, sino también por la reinversión en su marca, en I+D y en desarrollar una cultura empresarial única.

Este proceso bien ejecutado es lo que pone a funcionar el interés compuesto, haciendo que los inversores obtengan elevados retornos a largo plazo.

Para nosotros, una compounder es una compañía de alta calidad, con ventajas competitivas, y que reinvierte su capital, tangible o intangible, de manera excepcional, haciendo que su valor aumente día tras día.

Aun siendo un fondo centrado en compañías de crecimiento o growth, las “Only” se alejan de esa definición tradicional por su mayor generación de caja, elevado retorno sobre el capital invertido y ventajas competitivas a largo plazo. En definitiva, priorizamos la calidad por encima del crecimiento. Además, invertimos de forma transversal en compañías de cualquier tamaño:

Only Compounders invierte en una selección de negocios excepcionales con la intención de mantenerlos durante muchos años, dejando que las inversiones compongan ininterrumpidamente.

Esta estrategia es una de las mejores valorando la rentabilidad obtenida en relación al riesgo asumido. Si bien esto es fácil de entender, requiere un alto grado de conocimiento de los negocios y de paciencia.

Only Compounders es un fondo de inversión de gestión activa, lo que implica una evaluación continua de los negocios que merecen entrar y salir de nuestra cartera. Mantenemos los que están mejor posicionados para el futuro, y descartamos aquellos cuyas ventajas competitivas comienzan a deteriorarse.

También existe una gestión activa del peso de cada compañía en nuestro portfolio. Las principales posiciones son las de mayor convicción para obtener un alto retorno en relación con el riesgo asumido, mientras que penalizamos aquellas que tienen menor visibilidad futura.

Es conocido como la octava maravilla del universo y es lo que permite a nuestras compañías ganar cada vez más dinero. Veámoslo con la fábula del arroz.

Cuentan que un día, un hombre le mostró un tablero de ajedrez al rey de un lejano país de Oriente, y el rey quedó tan complacido que le concedió cuanto pidiera. El hombre le contestó:

“Majestad, desearía un grano de arroz por la primera casilla del tablero; dos por la segunda, y cuatro por la tercera. Por la cuarta casilla querría recibir ocho granos, dieciséis por la quinta, y así sucesivamente. Y duplicaría en cada casilla la cantidad de granos de arroz hasta completar las sesenta y cuatro que conforman el tablero de ajedrez.”

El rey aceptó sin dudar, ignorando por completo que, al llegar a la última casilla, lo que aquel hombre le estaba pidiendo era el equivalente a la cosecha del planeta entero a lo largo de veinte mil años, comprendiendo en ese instante la magia del interés compuesto, algo exponencial e imperceptible para el ojo humano.

Veamos un ejemplo más real. Como puede verse en este gráfico de US News, es clave empezar a invertir cuanto antes. Gracias al interés compuesto, podemos conseguir que nuestra inversión inicial se multiplique exponencialmente en períodos temporales largos:

En el ejemplo, comenzar a ahorrar a los 25 años invirtiendo 200 dólares al mes con una rentabilidad anual del 5%, generaría al cumplir 65 años más del doble que de haber comenzado a los 35 años. No obstante, la inversión adicional hubiera sido de sólo 28.800 dólares, diferencia que se acentúa cuanto más tarde pongamos a funcionar la magia del interés compuesto.

Para quien quiera dormir tranquilo sabiendo que se levantará siendo propietario de empresas que cada día valen más, componiendo su capital a largo plazo e incurriendo en un nivel de riesgo controlado.

Consideramos que una compañía “Only” aumenta su valor cada día porque crece de manera rentable y sostenida, generando cada día mayores beneficios. Si bien a corto plazo esto puede no ser reconocido por el mercado, la mejora de los fundamentales acaba reflejándose en el precio a largo plazo.

Esta es la forma que tenemos de entender la inversión en Only Compounders.